Los cambios de estación se acompañan de ciertas molestias para algunas personas, que pueden repercutir en su productividad en el trabajo. En este artículo veremos los síntomas de la astenia primaveral.
¿Qué es la astenia primaveral?
La astenia primaveral es una alteración temporal del estado físico y emocional que se produce con la llegada de la primavera. No está considerada una enfermedad, sino que es una respuesta del organismo a los cambios ambientales. Afecta a unos dos millones de personas al año, y suele durar alrededor de dos semanas.
Este fenómeno está relacionado con el aumento de las temperaturas, el cambio en la presión atmosférica y la mayor exposición a la luz solar. Todos estos factores alteran los ritmos circadianos. Por tanto, el cuerpo necesita un periodo de adaptación para reajustar sus relojes biológicos; y es durante ese proceso cuando suele aparecer la fatiga.
También influye el cambio de hora o el estilo de vida. Por ejemplo, dormir poco, trabajar muchas horas en interior o no tener rutinas claras. Es más frecuente entre los meses de marzo y mayo, pero no hay fechas concretas, sino que depende de cada persona.
¿Cuáles son los síntomas de la astenia primaveral?
Los síntomas de la astenia primaveral son variados y muchas veces difíciles de identificar. No aparecen todos a la vez ni en todas las personas, pero los más habituales son los siguientes:
• Cansancio generalizado. Se trata de una fatiga física y mental que se mantiene durante todo el día y que no se va durmiendo.
• Somnolencia durante el día. A pesar de haber dormido por la noche, cuesta mantenerse despierto o activo. Se produce una bajada de energía repentina, sobre todo después de comer.
• Falta de concentración. Es más difícil centrarse, seguir conversaciones o tomar decisiones. Incluso las tareas simples se ven dificultadas.
• Irritabilidad. Todo molesta. Hay una mayor sensibilidad emocional, que puede llevar a conflictos o malentendidos.
• Dolores musculares leves. Aparecen sin haber hecho esfuerzo físico. Se notan tensiones, agujetas o sensación de peso en las extremidades.
• Cambios en el apetito. Hay menos hambre, pero una preferencia mayor por ciertos alimentos; generalmente los dulces.
• Alteraciones del sueño. Dificultad para dormirse o despertares frecuentes que hacen que el descanso no sea reparador.
¿Cuál es su impacto en la productividad?
La astenia primaveral afecta al bienestar individual, pero también influye de forma directa en el trabajo. Si nos sentimos fatigados todo el tiempo, rendiremos menos y estaremos más irritables. Por tanto, se producirá una bajada en la eficiencia, habrá más errores y una menor capacidad de reacción y de resolución de problemas.
Si el equipo depende de la coordinación o la comunicación continua, puede haber retrasos. También aumentan las pausas no planificadas, el absentismo y, en ocasiones, las bajas médicas por agotamiento. Y si varias personas se ven afectadas por los síntomas de la astenia primaveral, la productividad global de la empresa se ve comprometida.
¿Cómo prevenir la astenia primaveral en el trabajo?
No se puede evitar que llegue la primavera, pero sí se puede preparar el entorno laboral para que el cambio afecte lo menos posible al equipo. Para ello, hay que prestar atención a la prevención y a la promoción de hábitos saludables.
Algunas medidas que se pueden llevar a cabo en el entorno de trabajo para reducir los síntomas de la astenia primaveral son:
• Fomentar rutinas saludables. Hacer pausas activas, promover la hidratación y dar pautas de sueño y nutrición equilibrada.
• Mejorar el ambiente laboral. Iluminación natural, ventilación adecuada y espacios que favorezcan el bienestar físico y emocional.
• Flexibilidad y comprensión. Adaptar los horarios en las semanas más críticas o facilitar el teletrabajo en casos puntuales.
• Promover la salud emocional. Actividades de mindfulness, sesiones de gestión emocional o acceso a asesoramiento psicológico.
Desde Empatif, también podemos ofrecer ayuda para la preparación del espacio de trabajo. Tenemos un enfoque integral en prevención técnica, ergonomía y psicosociología aplicada, por lo que podemos identificar factores de riesgo y aplicar medidas antes de que la astenia afecte al rendimiento del equipo.
Además, tenemos un compromiso con el modelo Lean Safety, que detecta pequeños cambios que pueden mejorar la eficiencia sin perder de vista el bienestar. Aquí entran tanto las campañas internas de promoción de la salud como evaluaciones específicas del entorno laboral. En cualquier caso, las soluciones siempre se adaptan a cada empresa, con un enfoque humano, realista y eficaz.
Cuidar la salud laboral no es solo prevenir accidentes. También es entender que hay factores, como la astenia primaveral, que requieren atención y acción.