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Cómo elegir el curso de formación laboral adecuado para ti

La formación laboral tiene como objetivo el desarrollo, actualización y mejora de habilidades, conocimientos y competencias que son claves para el desempeño de un trabajo o profesión. Hay tantas opciones formativas diferentes, que antes de elegir una es importante evaluar cuál es realmente la más adecuada para cada caso concreto.

La importancia de la formación laboral

La formación laboral se relaciona directamente con el desarrollo profesional de las personas. Porque, a través de ella, se adquieren y mejoran competencias que son básicas para hacer un trabajo.

Lo que se logra al dedicar tiempo a la formación es:

  • Tener un perfil que se adapta mejor a las demandas del mercado laboral.
  • Ganar productividad y, por tanto, ser un activo de mayor valor para la empresa.
  • Crecer personal y profesionalmente, alcanzando los objetivos laborales que se habían planteado.
  • Incrementar el nivel de satisfacción con el trabajo realizado.

Factores a evaluar al elegir una formación laboral

Para que la elección de los cursos a realizar sea la más adecuada, es fundamental evaluar cinco aspectos:

Salidas laborales

Es conveniente que el curso a realizar esté relacionado con la actividad o profesión ejercida, y que su objetivo sea mejorar competencias o adquirir nuevas habilidades que sean útiles. Porque se trata de mantener un perfil profesional lo más actualizado posible.

Lo que hay que evitar es caer en una dinámica de formaciones que no aportan realmente nada de valor a la carrera y que pueden crear incongruencias en el currículum.

Metodología

La forma en la que se imparte el curso también tiene mucha importancia. En función del tiempo disponible se puede optar por uno en versión presencial o por estudiar de manera remota.

También hay que valorar si esa formación solo ofrece contenido teórico o si, por el contrario, pone especial énfasis en la práctica. 

Profesorado

La calidad del claustro influye mucho en la calidad general del curso y en la satisfacción del alumnado. En este sentido, contar con buenos profesores es esencial para sacarle el máximo partido posible a la formación.

Si los docentes tienen formación teórica en la materia que imparten y, además, una buena experiencia práctica en esa materia, pueden transmitir mejor sus conocimientos a los alumnos. Así, estos aprovechan mejor el tiempo que están dedicando al estudio.

Centro

La reputación del centro formativo es otro de los aspectos a tener en cuenta. Muchas veces se imparten cursos similares en entidades diferentes, y la reputación y el método de enseñanza pueden ser claves a la hora de escoger.

Aquí hay que valorar aspectos como:

  • Calidad del profesorado.
  • Opiniones de otros alumnos.
  • Instalaciones.
  • Medios técnicos que ofrece para estudiar a distancia.
  • Precio.

Beneficios del curso para el alumno

Para terminar de dar forma a la decisión, hay que valorar de manera objetiva los beneficios que se van a derivar para el alumno de realizar ese curso en concreto. Por ejemplo:

  • Posibilidad de acceder a un empleo mejor.
  • Incremento de las opciones de ascender en la empresa.
  • Si tiene una certificación oficial.
  • Si ofrece prácticas en empresa.

¿Cómo encontrar la formación laboral más adecuada?

A fin de que la formación sea realmente útil, es importante que el interesado tenga en cuenta en qué áreas destaca y cuáles son sus objetivos a nivel profesional. Esto resulta más sencillo si se realiza un análisis DAFO que ayuda a conocer en qué áreas es buena una persona y en cuáles necesita mejorar.

Este análisis mide:

  • Fortalezas: Las habilidades duras y blandas que ya se tienen. Respecto a ellas, se puede trabajar en potenciar todavía más las que son más útiles para la carrera profesional que se desea.
  • Oportunidades: Implica poner en valor qué oportunidades de crecimiento y de aprendizaje hay en el entorno. Esto permite identificar cuáles son los cursos más interesantes y beneficiosos para el objetivo que se está persiguiendo en ese momento.
  • Debilidades: Se trata de determinar cuáles son las áreas en las que es necesario mejorar. Puede tratarse tanto de habilidades técnicas o duras como de habilidades blandas o interpersonales.
  • Amenazas: Supone estar atento a los factores que hay en el entorno y que pueden afectar a la carrera profesional del interesado. El objetivo es anticiparse a esas amenazas y estar preparado para cuando se conviertan en una realidad.

Esta labor de autoconocimiento permite tener una visión mucho más completa de la persona y de las circunstancias del entorno laboral en el que se mueve. A partir de ahí, la toma de decisiones sobre qué formación hacer resulta mucho más sencilla y eficiente.

Dedicando algo de tiempo a conocer el perfil profesional propio y la oferta formativa que hay en el mercado, no es complicado mejorar la empleabilidad a través de la formación laboral. Como empresa, si quieres seguir mejorando las competencias de tus empleados, puedes contar con nosotros.

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