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¿Cuales son los 7 tipos de riesgos laborales?

Los riesgos laboralesson una preocupación en el ámbito laboral desde hace ya algo más de cien años. Porque empleadores y empleados son conscientes de que el trabajo supone una serie de desafíos para la salud. Sin embargo, no todos los riesgos son iguales, sino que podemos clasificarlos en siete categorías diferentes.

Riesgos mecánicos

En muchos trabajos es habitual el uso de maquinaria y herramientas. Pero también es posible que haya que realizar actividades en entornos o superficies inseguras. En ambos casos, tanto una mala manipulación de las herramientas como un pequeño descuido pueden causar una lesión más o menos grave.

Por ejemplo, el empleado de una factoría automotriz está expuesto a poder ser aplastado por los grandes brazos robóticos que le ayudan en su trabajo. Mientras que un techador puede resbalar y caer al vacío desde lo alto de un edificio.

Ambos son riesgos mecánicos que pueden evitarse si se toman medidas de precaución eficientes. Como una buena formación para saber cómo manejar las herramientas, o contar con un equipo de aseguramiento que evite las caídas.

Riesgos biológicos

En algunos casos los empleados están expuestos a riesgos laborales de carácter biológico. Por la presencia de hongos, virus, bacterias y parásitos en su entorno laboral. Elementos, todos ellos, que pueden causar enfermedades de mayor o menor gravedad.

Por ejemplo, el empleado de una guardería puede contagiarse de lombrices. Y un técnico de laboratorio puede contagiarse con un virus que esté examinando.

Riesgos físicos: los riesgos laborales menos obvios

A pesar de su nombre, estos riesgos pueden llegar a pasar bastante desapercibidos porque no son perceptibles a simple vista. El problema es que llegan a afectar muy gravemente a la salud sin que los empleados se den cuenta. Salvo que se tomen, claro está, las medidas de protección pertinentes.

Son riesgos físicos en el trabajo los que están relacionados con entornos de trabajo nocivos o con condiciones climáticas externas. Por ejemplo, el ruido, las vibraciones, las radiaciones, la temperatura y la humedad.

Están sometidos a ellos, entre otros, quienes trabajan con martillos neumáticos y los técnicos de rayos X. Así como todos aquellos que desarrollan su jornada laboral a la intemperie.

Riesgos ergonómicos

Son los que acaban generando problemas a nivel músculo-esquelético. Por pasar mucho tiempo en una misma postura o hacer movimientos repetitivos de manera constante. Este tipo de riesgos están presentes en prácticamente el 100% de los puestos de trabajo.

Por ejemplo, un mozo de almacén puede acabar sufriendo daños en la espalda si no manipula bien las cargas. Por su parte, un empleado de oficina puede llegar a desarrollar síndrome del túnel carpiano por el uso constante del teclado.

Riesgos químicos

Las sustancias químicas pueden llegar a penetrar en el organismo tanto por inhalación como por absorción por la piel, e incluso por ingesta directa. Y están presentes en productos de limpieza, pesticidas, abonos, carburantes, gases, etc. 

La exposición habitual a elementos químicos puede causar daños como corrosión de los tejidos, irritación, reacciones alérgicas, asfixia y, en los casos más graves, cáncer y enfermedades cardiorrespiratorias.

Un ejemplo típico de ese tipo de riesgos laborales lo observamos en el personal dedicado a la limpieza. Si no utilizan guantes protectores, con el paso del tiempo pueden desarrollar patologías como la dermatitis.

Riesgos psicosociales

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo ha señalado que estos riesgos laborales son aquellos que derivan directamente de una mala organización de las tareas y por trabajar en un entorno social negativo. Esto acaba provocando problemas en la salud de los empleados a nivel físico y psicológico.

Algunos de estos riesgos son una carga excesiva de trabajo, una comunicación ineficaz o las situaciones de acoso laboral.Y entre sus efectos hay que destacar problemas de concentración, insomnio y altos niveles de estrés.

Riesgos ambientales

Se asocian con fenómenos naturales y los efectos de estos. Por ejemplo, trabajar en un entorno al aire libre con un alto nivel de contaminación, o estar expuesto a temperaturas muy altas durante el verano.

En estos casos, los riesgos se traducen en efectos como deshidratación, quemaduras, afecciones respiratorias, etc. De ahí que se hayan adoptado medidas incluso a nivel estatal, como la norma que regula las medidas a adoptar en caso de temperaturas extremas con respecto a quienes trabajan al aire libre. 

Los riesgos laborales siempre están presentes en el entorno de trabajo. Por eso, es importante conocerlos y adoptar las medidas preventivas necesarias. Porque solo así podemos mantenerlos bajo control y conseguimos que no lleguen a materializarse y causar daños. Si tu empresa necesita un socio especializado en gestión de riesgos para la salud en el entorno laboral, puedes contar con nosotros.

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