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Los riesgos de accidentes laborales no se pueden evitar nunca al 100%. Sin embargo, con unas buenas medidas de precaución y si los trabajadores están atentos, se logra reducir de forma muy notable su incidencia y también sus consecuencias.
Las señales de advertencia
En el entorno laboral la seguridad es un aspecto fundamental que siempre hay que priorizar. Un accidente puede tener consecuencias muy graves y, precisamente por ello, es fundamental que los trabajadores estén atentos a las señales de advertencia que indican que se puede estar ante un riesgo inminente.
Se entiende por señal de emergencia una pista o indicio que alerta de que puede ocurrir un accidente. Por ejemplo, si en una máquina parte del cableado eléctrico ha quedado al aire, existe un riesgo elevado de que alguien pueda sufrir una descarga al manipularla.
Tipos de señales de advertencia
Hay dos tipos básicos (físicas y conductuales) y a las dos hay que prestarles atención por igual si lo que se busca es reforzar la seguridad y evitar los accidentes.
Son señales de advertencia físicas:
- Equipamiento en mal estado: Por ejemplo, herramientas oxidadas o maquinaria a la que le faltan piezas.
- Espacios de trabajo desordenados: Factores como los pasillos obstruidos incrementan los riesgos de accidentes laborales.
- Derrames de sustancias peligrosas como líquidos o residuos químicos.
- Condiciones ambientales adversas: Si hay un nivel de ruido excesivo que impide oír una alarma, una temperatura muy elevada, demasiada humedad, etc.
Las señales conductuales, por su parte, son aquellas que afectan al comportamiento de los individuos y que pueden acabar generando un riesgo para la seguridad:
- Aumento de los errores a la hora de trabajar por las dificultades para concentrarse.
- Exceso de fatiga y estrés.
- Cambios en la dinámica de comunicación que llevan a discusiones frecuentes.
- Incumplimiento de las normas de seguridad.
¿Cómo detectar las señales de advertencia para reducir los riesgos de accidentes laborales?
La clave está en hacer una monitorización continua para detectar posibles síntomas de que algo no marcha como es debido.
Señales físicas
- Inspecciones minuciosas de los equipos de trabajo, el entorno y todos los materiales que pueden resultar peligrosos y que se encuentran en lugar de trabajo.
- Observar detenidamente si hay síntomas de desgaste en la maquinaria y los equipos, como un desgaste excesivo de las piezas o vibraciones o ruidos inusuales.
- Mantenerse atento a los cambios en el entorno. Comprobar que no se está acumulando basura o materiales en lugares indebidos; que no se han producido derrames de líquidos y que las condiciones de temperatura y humedad se mantienen en niveles óptimos.
Señales conductuales
- Observación del comportamiento. Hay que evaluar de forma detallada el comportamiento de los empleados y sus posibles cambios a lo largo del tiempo. Una buena monitorización permite detectar señales de alarma como un exceso de estrés, la falta de concentración o la resistencia a adoptar las normas de seguridad.
- Implementar un sistema de comunicación abierta. Con frecuencia, son los propios trabajadores los que detectan que algo no va bien con alguno de sus compañeros. Por eso, es importante mantener vías de comunicación abiertas para que estos puedan suministrar este tipo de información y manifestar sus preocupaciones en cuanto a seguridad de forma confidencial.
Herramientas para la detección
La labor de detección de señales de advertencia se vuelve un poco más sencilla si se cuenta con unas herramientas básicas para llevarla a cabo.
En este caso, el punto de partida es una buena definición de los indicadores clave de desempeño (KPI), que van a ayudar a medir el desempeño en materia de seguridad y a detectar áreas de mejora.
Además, se pueden utilizar listas de verificación para que las inspecciones sean lo más detalladas posible y que no se pase ningún factor por alto.
Por último, un software de gestión de seguridad ayuda a tener toda la información centralizada, a hacer análisis de riesgos, generar informes y registrar incidentes si estos llegan a producirse.
Recomendaciones adicionales para mejorar la seguridad en la empresa
Prestar atención a las señales de advertencia es esencial para reducir el riesgo de que se produzca un accidente laboral, pero no es lo único que puede hacer la empresa.
Es prioritario implementar una cultura de la seguridad, que consiga que los trabajadores se sientan responsables de su propia seguridad y de la de sus compañeros. Esto puede ser muy efectivo a la hora de minimizar los riesgos de tipo conductual.
Para que esa cultura se convierta en una realidad, la empresa debe invertir en formar a sus empleados de manera continua en materia de prevención de riesgos laborales. Consiguiendo que estos sean capaces de detectar por sí mismos las señales de advertencia y tomar precauciones, identificar riesgos que han sido pasados por alto, aplicar primeros auxilios y usar de manera correcta las medidas de protección personal.
Además, hay que analizar a fondo todos los incidentes de seguridad (aunque no sean graves), para identificar las causas de su origen y tomar medidas correctivas.
Si somos capaces de identificar las señales de advertencia y actuar de manera efectiva ante ellas, los riesgos de accidentes laborales se reducen de forma notable. Otra manera de mejorar todavía más la seguridad en tu empresa es contar con la ayuda de especialistas en la materia.
