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Prevención de riesgos laborales en episodios de elevadas temperaturas

La prevención de riesgos laborales debe tener en cuenta todos los factores que afectan a la seguridad y la salud de los trabajadores. Con una climatología como la nuestra, en la que las altas temperaturas son habituales durante el verano en muchos puntos de la geografía, no cabe duda de que este es un riesgo más.

En el caso de personas que trabajan al aire libre y, muy especialmente si desarrollan una labor física, hay que tomar una serie de precauciones cuando llega la época más calurosa del año.

¿Qué riesgos se derivan para los trabajadores/as de las altas temperaturas?

Las temperaturas muy elevadas afectan de forma directa a la salud de las personas. Sus efectos sobre los trabajadores pueden ser:

Agotamiento por calor

Como reacción frente al calor, el cuerpo suda más y pierde agua y sales, lo que da lugar a una sensación de agotamiento que puede agravarse y convertirse en un golpe de calor si no se trata debidamente.

Deshidratación

Si el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, puede producirse una disminución del rendimiento físico y mental.

En caso de que la deshidratación persista, pueden aparecer problemas renales, e incluso un choque hipovolémico.

Calambres y erupciones por calor

Trabajar expuesto a las altas temperaturas puede ser la causa de contracciones musculares dolorosas causadas por la pérdida de electrolitos provocada por la sudoración (calambres). Estos dolores intensos en el abdomen, los brazos o las piernas, impiden desarrollar el trabajo con normalidad.

El exceso de calor también puede dar lugar a la aparición de sarpullidos que pueden causar incomodidad o distracción. Aunque no son graves, afectan a la concentración y el desempeño laboral.

Impacto en la salud mental

El estrés térmico puede afectar negativamente a la salud mental, potenciando los episodios de estrés, ansiedad, irritabilidad, e incluso disminuyendo la capacidad cognitiva. Esto puede ser el desencadenante de accidentes laborales provocados por una falta de atención o concentración.

Golpe de calor

Es el efecto más grave que se puede derivar de la exposición a altas temperaturas, e implica que el cuerpo no es capaz de regular su temperatura, lo que provoca daños a los órganos internos. Si no se trata rápidamente, puede llegar a ser mortal.

Medidas de prevención de riesgos laborales ante las olas de calor

Debido a los efectos del cambio climático, las olas de calor son cada vez más habituales durante el verano y se extienden durante más días, lo que supone un gran riesgo para quienes trabajan al aire libre. Por eso, la normativa ha recogido unas medidas especiales a aplicar en estos casos.

El Real Decreto-Ley 4/2023, de 11 de mayo, establece nuevas obligaciones para las empresas con respecto a los trabajadores que desarrollan su labor al aire libre. A fin de que estas protejan mejor la salud de su plantilla durante los episodios de altas temperaturas.

La norma no establece las acciones concretas que hay que desarrollar. Pero sí menciona la obligación de tomar medidas adecuadas para proteger a los empleados frente a los riesgos relacionados con los fenómenos meteorológicos adversos, incluidas las altas temperaturas.

Sí se prevé de forma expresa que una de esas medidas sea la prohibición de desarrollar ciertas tareas en las horas de mayor incidencia solar. Siempre y cuando no sea posible garantizar la salud y seguridad de los empleados de otra forma.

Ejemplos de medidas que se pueden adoptar

Las empresas tienen libertad a la hora de adaptar su sistema de prevención de riesgos laborales a los episodios de altas temperaturas. Entre las medidas habituales destacan las siguientes:

  • Reajustar el horario de trabajo para reducir el tiempo de exposición al calor.
  • Organizar el trabajo de manera que las tareas de mayor esfuerzo físico se lleven a cabo en las horas de menor incidencia solar.
  • Limitar el trabajo físico promoviendo el uso de ayudas mecánicas.
  • Aumentar el número de pausas durante la jornada. Cuanto más calor hace, más pausas y de mayor duración se realizan.
  • Poner a disposición de los empleados lugares de descanso frescos y a la sombra.
  • Facilitar el acceso a agua para una adecuada hidratación.
  • Formar y concienciar a los trabajadores sobre los peligros que supone trabajar expuestos a altas temperaturas y las medidas que hay que tomar para disminuir los riesgos.
  • Facilitar el acceso a los empleados que trabajan en el exterior a crema de protección solar.
  • Crear programas de aclimatación a las altas temperaturas.
  • Aumentar el número de rotaciones en las tareas.
  • Asegurar que ningún trabajador vaya a trabajar solo. Para que siempre haya alguien que pueda darse cuenta si la salud de un compañero se está viendo afectada por el calor.
  • Formar a los empleados en primeros auxilios en caso de un golpe de calor.

La prevención de riesgos laborales, en el caso de trabajadores que desarrollan su trabajo en el exterior durante el verano, tiene una serie de particularidades que hay que tener en cuenta. Si necesitas un socio estratégico que te ayude en esta materia, puedes contar con nuestro equipo.

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