Todos los especialistas confirman que pasar demasiado tiempo en la misma postura no es bueno para el cuerpo, porque los músculos acaban por agarrotarse y es entonces cuando aparecen dolores y molestias. Si quieres mejorar la postura en la oficina para evitar dolencias, sigue los consejos que te vamos a dar y conseguirás que tu jornada laboral no se convierta en una dura prueba para tu cuerpo.
Ajusta la altura de la silla
Lo primero que debes hacer para mejorar la postura en la oficina es asegurarte de que la silla que utilizas está bien regulada en cuanto a altura. La correcta es aquella con la que puedes apoyar los codos sobre el reposabrazos y los antebrazos sobre la mesa mientras utilizas el teclado del ordenador, permaneciendo los hombros relajados.
Conseguir esta postura va a requerir hacer algunos ajustes en la altura de la silla, pero también es probable que tengas que regular la mesa (si esto es posible).
Siéntate al final de la silla
Con frecuencia no nos apoyamos bien en la silla y esto es lo que genera dolores en la zona lumbar. Para evitarlo, asegúrate de que te sientas totalmente al fondo de la silla, de manera que tus nalgas toquen el respaldo de la misma. Si lo haces así, lo vas a tener más fácil para lograr la posición correcta a la hora de estar sentado, que es la que vamos a ver a continuación.
Mantén una postura correcta mientras estás sentado
Ya que te has sentado al final de la silla, tu espalda quedará mucho más recta, y eso es precisamente lo que debes buscar. En caso de que tu silla no sea de tipo ergonómico y no tenga curvatura en la zona de las lumbares, no vas a poder apoyar del todo la espalda. Incluso si cuenta con esa curvatura, quizá no estés del todo cómodo, porque no todos los cuerpos son iguales y quizá el tuyo no se ajuste bien a esta parte del respaldo. Si por algún motivo no estás del todo cómodo, busca un cojín o utiliza una toalla enrollada que te permite tener la parte de las lumbares bien apoyada. Ahora coloca los hombros hacia atrás, pero mantenlos relajados.
Los codos deben estar apoyados en todo momento sobre la mesa o sobre el reposabrazos de la silla mientras utilizas el ordenador, y el teclado debe estar a una distancia adecuada con respecto a la punta de tus dedos, de manera que no queden demasiado recogidos ni se tengan que extender más de lo necesario para encontrar las teclas.
Apoya los pies en el suelo para mejorar la postura en la oficina
Mientras permanezcas sentado, ambas plantas de tus pies deben estar en contacto con el suelo, así que vete despidiéndote de la costumbre de tener las piernas cruzadas mientras trabajas. Las rodillas deberían formar un ángulo más o menos recto, y estar situadas a la misma altura que la cadera, o incluso un poco más altas. En caso de que tu altura no te permita adoptar esta postura de una forma natural, te aconsejamos que utilices un reposapiés.
Distribuye el peso de manera uniforme
Incluso cuando estás sentado en la postura correcta puedes acabar sufriendo molestias si tienes tendencia a apoyar más peso en un lado del cuerpo que en el otro. Esto es algo normal, cuando llevamos mucho tiempo sentados, todos acabamos inclinándonos más hacia un lado o hacia el otro, lo que puede dar lugar a molestias en la cadera. Por eso, asegúrate de que mantienes el peso distribuido de forma equitativa en todo momento, así no forzarás un lado del cuerpo más que el otro.
Mantén la cabeza y el cuello rectos
Si al final de la jornada notas molestias en el cuello, es que todavía te queda una cosa más para mejorar la postura en la oficina. Lo ideal es mantener tanto el cuello como la cabeza rectos, y para eso necesitamos que la pantalla del ordenador esté colocada a una buena altura, que no nos obligue a mirar para abajo o para arriba de forma constante.
El borde superior de la pantalla debe quedar a la misma altura de tus ojos o un poco por debajo. Ya existen soportes que te permiten elevar un poco la pantalla, pero si no tienes uno de ellos a mano, también puedes conseguir el mismo efecto si colocas la pantalla sobre unos paquetes de folios.
Muévete cada cierto tiempo
Por muy buena que sea tu postura, estar sentado durante mucho tiempo nunca es bueno, así que recuerda moverte cada poco tiempo. Cada 45 minutos levántate y camina un podo durante dos o tres minutos, y cada dos o tres horas de trabajo haz una pausa un poco más larga.
Mejorar la postura en la oficina no es complicado, solo requiere hacer un pequeño cambio de hábitos que estamos seguros de que tu cuerpo va a agradecer. ¿Te gustaría ayudar a tus empleados a cuidar mejor su salud y prevenir los riesgos laborales? ¡Estamos aquí para ayudarte!