La prevención de riesgos laborales es una cuestión de la máxima importancia en todos los sectores empresariales. Pero, en el caso de la industria alimentaria, esta prevención es absolutamente prioritaria. Porque, al adoptar medidas de este tipo, se está protegiendo tanto a los trabajadores como a los consumidores.
Importancia de la seguridad y la salud en la industria alimentaria
El objetivo de este tipo de prácticas es garantizar la seguridad y la salud en la producción de alimentos. Con esto logramos:
Protección del consumidor
Un proceso de producción de alimentos enfocado hacia la seguridad da como resultado alimentos aptos para el consumo humano. Reduciéndose así, al máximo, la posibilidad de que esos alimentos se conviertan en un foco de infección.
Cumplimiento de la normativa
La industria alimentaria está sujeta a una normativa muy estricta en materia de seguridad alimentaria. El incumplimiento puede dar lugar a fuertes sanciones. En los casos más graves, un incumplimiento de la normativa puede acabar produciendo el cierre de la empresa.
Reputación de la marca
Los consumidores confían en que los alimentos que se ponen a su disposición cumplen los más altos estándares de seguridad y calidad. De hecho, una noticia negativa relacionada con problemas de seguridad y salud en la industria alimentaria, puede afectar de manera muy negativa a la reputación de una marca.
Protección de los trabajadores
Las medidas de seguridad y salud protegen también a los empleados. No podemos olvidar que para manipular alimentos hay que utilizar maquinaria y herramientas que presentan un riesgo inherente para la integridad física.
Eficiencia operativa
Un entorno de trabajo que es seguro y saludable, aumenta la eficiencia operativa. Porque, al producirse menos accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, se pierde menos tiempo, hay menos rotación de personal, y la plantilla es más productiva.
¿Cómo proteger la seguridad y la salud de los empleados en la industria alimentaria?
En este sector, proteger a los trabajadores implica, a la vez, proteger a los consumidores. Para lograr este objetivo, pueden adoptarse medidas como las siguientes:
Formación y educación
El primer paso es que los empleados de la industria de la alimentación estén bien formados. Que conozcan la importancia de salvaguardar la seguridad y proteger su salud.
Para ello, deben recibir formación en riesgos asociados de manera específica con las tareas que tienen que realizar. Es necesario que conozcan esos riesgos, sus efectos en caso de materialización, y cómo evitarlos.
Además, es recomendable que de forma periódica haya una actualización y reciclaje de los conocimientos en esta materia.
Aportar Equipos de Protección Individual (EPI)
Las empresas deben aportar a sus empleados los EPI que necesiten para hacer su trabajo con seguridad. Por ejemplo, guantes anticorte, mandiles, gafas de seguridad y calzado adecuado.
Pero no basta con suministrar este material. Hay que asegurarse de que el mismo se utiliza de forma adecuada. En este sentido, una buena formación puede resultar de gran ayuda. Si los empleados están concienciados sobre la necesidad de proteger la seguridad y la salud, se mostrarán más dispuestos a usar los EPI.
Mantener la higiene y la limpieza
En la industria alimentaria es prioritario establecer protocolos de higiene lo más rigurosos posible. Así se previene la contaminación de alimentos y de superficies de trabajo. Esto protege frente a los contagios a los consumidores, pero también a los empleados.
Los trabajadores deben tener siempre a su disposición instalaciones adecuadas para lavar sus manos. Y hay que asegurarse de que las utilizan de manera regular.
Gestionar las sustancias peligrosas
El uso de sustancias químicas en este sector es algo habitual, especialmente para la desinfección de equipos y superficies. En este sentido, es necesario almacenar estos productos de forma segura. Pero también hay que asegurarse de que se emplean de la forma adecuada.
De nuevo, la formación es esencial para que los empleados sepan cómo manejar las sustancias químicas con total seguridad.
Ergonomía de las estaciones de trabajo
Las estaciones de trabajo tienen que estar diseñadas de tal manera que reduzcan el riesgo de lesiones. En la industria alimentaria es común pasar mucho tiempo en una misma postura y hacer movimientos repetitivos. Si el lugar de trabajo está diseñado basado en la ergonomía, se reduce el riesgo de lesiones por estos factores.
También es importante fomentar que los empleados cambien de posición, que hagan descansos y realicen estiramientos musculares durante su jornada.
Investigar los accidentes
A pesar de aplicar todas las medidas de protección posibles, los accidentes pueden ocurrir. Cuando estos se materializan, es importante llevar a cabo una investigación.
El objetivo es identificar las causas de lo que ha ocurrido, y tomar medidas correctivas. A fin de que accidentes similares no vuelvan a producirse en el futuro.
La seguridad y la salud son esenciales en la industria alimentaria. Por eso, es importante adoptar todas las medidas preventivas posibles. Si necesitas un partner de confianza en materia de riesgos laborales, tienes a nuestro equipo a tu disposición.