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Diferencia entre ETT y Outsourcing

Una de las claves para el crecimiento empresarial es la flexibilidad, y la mejor forma de conseguirla es a través de la externalización de ciertos servicios. Es en este campo de la externalización donde nos encontramos con dos conceptos que es importante distinguir: ETT y outsourcing.

Porque se trata de empresas diferentes entre sí, cuyos servicios no guardan relación, pero que se suelen confundir. Diferenciarlos es importante, ya que en ambos casos pueden proporcionar esa flexibilidad a la que hacíamos referencia hace un momento.

¿Qué es el Outsourcing?

Implica externalizar de forma total o parcial una o varias tareas o funciones que la empresa contratante no quiere o no puede asumir. Suele tratarse de labores administrativas y de gestión que, aunque absolutamente necesarias, no guardan relación con el negocio principal ni  influyen en su rentabilidad. La  contratación de estos servicios permite a las contratantes centrarse en las áreas más importantes de su negocio. 

Dos ejemplos clásicos de outsourcing son la contratación de la gestión de los Recursos Humanos con una empresa especializada en esta materia, y la contratación del servicio de asesoría fiscal y contable con profesionales de este campo.

A través de esta contratación externa de servicios la empresa consigue convertir costes fijos en variables, se libera de tareas de escaso valor añadido y aumenta su flexibilidad. Además, cuenta con la seguridad de tener personal especializado a su disposición para labores de administración y gestión.

Por su parte, la empresa que ofrece el servicio de outsourcing pone a disposición de la contratante tanto sus recursos materiales como humanos.

¿Qué es una ETT?

Una ETT es una Empresa de Trabajo Temporal. Su función es la de buscar, seleccionar y formar personal para enviarlo luego a prestar servicios a la entidad contratante. Con el objetivo de cubrir vacantes de trabajo que están disponibles solo de forma temporal.

La ventaja para la empresa que contrata sus servicios es que ahorra tiempo y dinero en selección de personal. Además de contar con más flexibilidad y agilidad a la hora de cubrir vacantes.

En estos casos, el poder de dirección con respecto a los empleados recae principalmente en la empresa que ha contratado el servicio de la ETT. Es esta la que determina cuestiones esenciales como el horario a cumplir o las tareas que se deben realizar.

¿Qué diferencias existen entre ETT y outsourcing?

La principal similitud entre ambas es que es el empresario contratante el que recibe los servicios prestados. A partir de ahí, nos encontramos con importantes diferencias:

Las Empresas de Trabajo Temporal contratan trabajadores para ponerlos temporalmente a disposición de otras empresas. Pero estas no son responsables de la operativa ni de la gestión. De hecho, el convenio colectivo aplicable a los trabajadores puestos a disposición es el que rige en la empresa que contrata los servicios de la ETT.

En el caso del outsourcing, la empresa que presta el servicio se encarga de dirigir y gestionar las tareas. Utilizando sus trabajadores y sus recursos materiales para cumplir con la tarea a la que se ha comprometido con la empresa contratante. En este caso, los empleados están bajo el paraguas del convenio colectivo que resulta de aplicación en la entidad con la que tienen una relación laboral.

Al confiar en una ETT se están externalizando las labores de selección y contratación de personal. Mientras que al contratar con una empresa de outsourcing se está externalizando un proceso completo, lo que incluye el personal necesario para la prestación del servicio.

Aquí tienes las principales diferencias expuestas de manera muy sintetizada:

Facturación

  • Outsourcing. Se factura por un servicio completo, sin importar el número de trabajadores destinados a su prestación o el número de horas que han trabajado.
  • ETT. Se factura a la empresa contratante en función de las horas realizadas por cada trabajador puesto a disposición.

Organización del servicio

  • Outsourcing. La empresa que presta el servicio lo gestiona íntegramente.
  • ETT. No es responsable en ningún caso de la organización del servicio, solo se encarga de ceder el personal.

Durabilidad

  • Outsourcing. No hay un límite de tiempo mínimo ni máximo para la relación comercial entre la empresa prestadora del servicio y la que lo recibe. Los contratos suelen ser de duración anual y se van renovando periódicamente.
  • ETT. La ley limita el tiempo que un trabajador puede estar cedido en otra empresa a través de una ETT.

Queda claro entonces que ETT y outsourcing no son lo mismo. La elección entre uno u otro servicio depende de lo que necesite la empresa en cada momento. De hecho, es posible compatibilizar ambos sin ningún problema. Si en tu negocio necesitas un socio estratégico para la selección de personal, o para la contratación temporal, estamos a tu disposición.

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