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Principales características de un contrato temporal

Tras la reforma laboral de 2022, el contrato temporal sufrió importantes modificaciones. A pesar de ello, continúa siendo una de las modalidades contractuales más utilizadas en nuestro país.

Aunque la regla general es buscar la estabilidad en el campo laboral, hay casos en los que trabajar de forma temporal puede ser una buena solución. Por ejemplo, si se quiere probar un nuevo sector, o si lo que interesa es ganar experiencia profesional. Por eso, es importante estar al tanto de cómo funciona la contratación temporal y cuáles son sus principales características.

¿Qué es un contrato temporal?

Es aquel que crea una relación laboral entre empleador y empleador que va a tener una duración determinada en el tiempo. Es decir, que desde el principio sabemos cuándo va a terminar el vínculo que une a la empresa y al trabajador.

No obstante, nada impide que tras la extinción de este contrato la relación laboral continúe. En este caso, puede hacerlo a través de algunas de las modalidades de contrato indefinido. Esta situación es bastante común. Con frecuencia, los empresarios recurren a la contratación temporal para probar las habilidades y capacidades de una persona y decidir si quieren tenerla en su plantilla a largo plazo.

Características del contrato temporal

Uno de los rasgos que distinguen a esta modalidad contractual es que ofrece mucha flexibilidad tanto a los empleadores como a los empleados. 

En el caso de las empresas, sirve para cubrir vacantes durante un tiempo determinado. Pero también para examinar más de cerca el talento de personas que sería interesante que formaran parte de la plantilla de un modo más estable.

Para los trabajadores, la contratación temporal es una buena opción si quieren combinar el trabajo con otras actividades como el estudio. Si solo quieren trabajar por temporadas, como durante el verano o la Navidad. O si desean ir ganando experiencia pasando por diferentes puestos de trabajo.

Otra característica de estos contratos es que se pueden celebrar tanto a jornada completa como a jornada parcial. Es decir, el empleado puede hacer una jornada 40 horas a la semana, o trabajar menos de ese tiempo.

Aunque en un contrato temporal se sabe desde el principio que la relación laboral va a extinguirse a corto o medio plazo, no siempre se conoce la fecha exacta. Esto ocurre en el caso de la interinidad. Si se está haciendo la sustitución de un empleado que está de baja, es normal no saber en qué momento concreto este se va a reincorporar a su puesto.

Otro rasgo distintivo de estos contratos es la causalidad. A fin de garantizar un buen uso de la contratación temporal, quien contrata debe reflejar de forma detallada la causa que justifica que celebre un contrato temporal en lugar de uno indefinido o un fijo discontinuo.

Además, existe una limitación a la encadenación de contratos de este tipo. Quienes en un plazo total de 24 meses hayan estado contratados por un mismo empleador a través de dos o más contratos de duración determinada durante 18 meses, pasan a considerarse indefinidos.

Tipos de contratos laborales

Durante años se llevó a cabo un abuso de los contratos temporales, con frecuencia de manera ilegítima. Por eso, la reforma laboral de 2022 limitó mucho su uso.

Una de sus principales novedades fue la desaparición de nuestro ordenamiento jurídico del contrato por obra y servicio. Que era uno de los que más facilitaba el fraude.

Ahora, la contratación temporal está mucho más limitada y solo se puede llevar a cabo en dos casos:

Contrato eventual por circunstancias de la producción

Se puede utilizar cuando de forma puntual haya un crecimiento de la actividad de la empresa. Se diferencia entre sí el incremento de la carga de trabajo es previsible o imprevisible. Esto es importante, porque afecta a la duración que puede tener el contrato.

Un ejemplo de contrato temporal por circunstancias de la producción imprevisibles sería el que hace una empresa que, de manera no prevista, está experimentando un fuerte crecimiento en la venta de productos y necesita contar con más personal en el almacén.

El ejemplo típico de contrato temporal por circunstancias de la producción previsibles sería el de la tienda que contrata personal de cara a la campaña de Rebajas, porque sabe que durante esa época recibe más clientes. 

La extinción de este contrato da lugar al derecho a percibir una indemnización de 12 días de salario por cada año de servicio.

Contrato de interinidad

Tiene como objetivo sustituir a un trabajador que está ausente y tiene derecho a la reserva de su puesto de trabajo. Por ejemplo, para cubrir la vacante que deja quien está de permiso de paternidad o de baja por maternidad.

En este caso, la finalización del contrato no genera derecho de indemnización para el empleado. 

El contrato temporal es una modalidad práctica y versátil que se puede seguir utilizando si se respeta al máximo la legalidad. Si tu empresa necesita un socio estratégico en materia de contratación temporal, nos tiene a su disposición.

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