El cáncer de próstata es uno de los más comunes en hombres, por lo que el cuidado de la salud prostática es indispensable.
Adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo del agrandamiento de la próstata o la hiperplasia benigna de próstata (HPB) y el cáncer de próstata.
Para prevenir problemas prostáticos es recomendable:
- Realizar chequeos médicos regulares: es especialmente importante someterse a revisiones anuales, en especial varones con edad avanzada. A partir de los 50-55 años los hombres empiezan a tener lugar una serie de alteraciones hormonales que pueden provocar que la próstata empiece a crecer de forma progresiva.
- Comer sano y equilibrado: ayuda a controlar los síntomas del HPB, como el aumento de la frecuencia urinaria y la urgencia por orinar. Es recomendable comer 5 piezas diarias de frutas y verduras, así como alimentos ricos en proteínas y agua. Además, hay que evitar al máximo las grasas saturadas que son nocivas para la próstata.
- Mantener una buena hidratación: es conveniente tomar un litro y medio o dos de agua al día para mejorar la micción. Sin embargo, debería restringirse la ingesta de líquidos en situaciones concretas, como, justo antes de acostarse para reducir el número de veces que se necesite levantar por las noches a orinar.
- Evitar o restringir el consumo de alcohol y cafeína: el exceso de alcohol puede provocar problemas, como una vejiga hiperactiva o HPB, debido a que es un irritante de la próstata.
- Hacer ejercicio y evitar sobrepeso y obesidad: la actividad física diaria ayuda a controlar los niveles de grasa de tu cuerpo, así como a controlar los síntomas del HPB. Hay que moverse al menos 30 minutos al día: caminar hacia el trabajo, subir escaleras, ir al gimnasio, etc.
- Dejar de fumar: representa una actitud positiva para mantener en buenas condiciones la salud de nuestro organismo y que éste sea lo suficiente resistente ante posibles enfermedades.
- Tener una vida sexual activa: favorece la salud de la próstata, ya que así ésta se mantiene activa.
Prostatitis
Se trata de un proceso benigno que causa inflamación de la glándula prostática, generalmente causada por bacterias, aunque su origen no es siempre de carácter infeccioso.
Aunque puede afectar a hombres de todas las edades, suele ser más común entre los más jóvenes, de 20 a 45 años, y su aparición no aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades de la próstata.
Prostatitis abacteriana
Es la inflamación de la próstata no provocada por infecciones bacterianas. Las causas pueden estar relacionadas con otras enfermedades o lesiones y sus síntomas pueden ser persistentes. El estrés puede ser un factor desencadenante.
¿Cuáles son los síntomas de la prostatitis?
Dolor o escozor durante la micción, la cual se vuelve más frecuente y urgente; sangre en la orina o en el semen, fiebre, eyaculación dolorosa, molestias en la zona pélvica; ingles, testículos, perineo, o zona lumbar.
Hiperplasia Prostática Benigna (HPB)
Es el agrandamiento de la glándula prostática, una afección frecuente a medida que los hombres envejecen. Es una enfermedad no maligna que no aumenta el riesgo de padecer cáncer de próstata. Los síntomas son: tener una necesidad frecuente o urgente de orinar, despertarse de noche muchas veces para orinar, flujo de orina débil con goteo terminal y sensación de no vaciar completamente la vejiga. En ocasiones puede llegar al extremo de producir una retención aguda de orina que suele requerir el uso de sondas para vaciar la orina.
Cáncer de Próstata
Frecuentemente se puede encontrar el cáncer de próstata en sus comienzos, mediante el análisis del antígeno prostático específico (PSA) en sangre y/o el tacto rectal. Se recomienda hacer estas pruebas, anualmente, a partir de los 45-50 años de edad.
Si los resultados de estas pruebas son anormales, se realizan pruebas adicionales como la biopsia de la próstata para saber si hay o no cáncer.
Prueba del PSA: el antígeno prostático específico es una proteína producida exclusivamente en la próstata cuya función es mantener el semen en estado líquido. El valor normal es hasta 4 ng/ml y cuando está fuera de rango se deben estudiar las causas. Algunos factores que pueden aumentar el PSA, sin ser cáncer son: mayor edad, hiperplasia prostática benigna, prostatitis, eyaculación en los últimos dos días antes de la prueba, montar bicicleta y procedimientos urológicos recientes como el tacto rectal.
El PSA puede circular por la sangre de dos formas: unido a proteínas o libre.
Cuanto menor es la cantidad de PSA libre, mayor es el riesgo de padecer cáncer.Es decir, una próstata sana, fabrica mayor porcentaje de PSA libre.
Los valores de la relación PSA libre/PSA total son solo números, siempre deberá interpretarse en contextos individuales. A modo de referencia tenemos:
- PSA libre/PSA total mayor de 25%:valor normal, riesgo bajo de cáncer.
- PSA libre/PSA total de 10 a 25%: Valor límite, considerar la biopsia.
- PSA libre/PSA total menor de 10%: Valor de riesgo, realizar biopsia de próstata.
Tacto rectal: es el examen digital del recto con el fin de detectar cualquier anormalidad en la superficie de la próstata. Es menos eficaz que la prueba de PSA para detectar cáncer de próstata, pero en ocasiones puede ayudar a detectar cáncer con niveles normales de PSA.
Biopsia Prostática: es un procedimiento para extraer pequeñas muestras de la próstata y luego examinarlas al microscopio. Al ser positiva confirma el diagnóstico de cáncer, pero al ser negativa no puede descartarse la existencia de cáncer en otra región distinta de la próstata. Por este motivo en los últimos años se ha implementado el uso de la resonancia magnética para detectar la zona sospechosa de cáncer antes de la realización de la biopsia y luego poder pinchar allí selectivamente.