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Depresión y ansiedad en el trabajo: consecuencias y prevención

El trabajo debería ser una fuente de crecimiento personal y profesional, un ámbito en el que podemos desarrollar al máximo nuestras habilidades y capacidades. Sin embargo, para muchas personas, trabajar se convierte en el origen de problemas de salud como la depresión y la ansiedad. Por eso, es fundamental entender qué es la ansiedad en el trabajo y cómo prevenirla.

¿Qué es la ansiedad en el trabajo?

Se habla mucho de ansiedad, pero pocas veces nos paramos a pensar qué es exactamente. Se trata de una respuesta emocional y fisiológica que surge de forma natural ante situaciones que se perciben como amenazantes o estresantes.

Quien la padece, siente preocupación, miedo, o aprensión. Y esto puede manifestarse a través de nerviosismo, inquietud, tensión muscular, sudoración, o dificultad para concentrarse, entre otros síntomas.

Un poco de ansiedad, así como un poco de estrés, no es algo negativo. De hecho, puede ser útil en situaciones en las que es necesario estar más alerta de lo normal. Sin embargo, cuando sus niveles suben o se vuelve persistente, puede interferir en el día a día de las personas, convirtiéndose en un trastorno.

El entorno laboral suele ser bastante estresante. Hay que lidiar con los colegas y con los jefes, afrontar nuevos retos y cambios en la forma de trabajar, hacer frente a la acumulación de tareas, etc. Además, tenemos que dividir nuestro tiempo de la manera más eficiente posible para que trabajar no nos quite tiempo para atender a nuestras responsabilidades personales y familiares. Por todo ello, la ansiedad en el trabajo acaba siendo algo bastante común.

Consecuencias de sufrir ansiedad en el ámbito laboral

Un exceso de ansiedad tiene consecuencias para la salud a nivel físico y mental, pero también influye en el desempeño laboral de la persona.

Reducción del rendimiento

La ansiedad es enemiga de la concentración, y puede minar nuestra capacidad para tomar decisiones y resolver problemas. Como consecuencia, nos volvemos menos productivos.

Ausentismo laboral

Quienes sufren ansiedad laboral suelen faltar al trabajo con más frecuencia, porque los síntomas físicos y mentales derivados de este trastorno les llevan a sentirse mal. Son comunes los dolores de cabeza, la sensación de fatiga, y los problemas gastrointestinales, entre otros.

Dificultades en las relaciones laborales

Cuando una persona se encuentra mal a nivel anímico, esto puede operar como barrera en la relación con colegas y superiores. Haciendo que surjan conflictos o dificultando la colaboración.

Impacto en la salud mental

La ansiedad crónica contribuye al desarrollo o empeoramiento de trastornos de ansiedad más graves. También puede desembocar en otras afecciones de salud mental como la depresión.

¿Cómo prevenir la ansiedad en el trabajo?

Reducir la ansiedad dentro del ámbito laboral es un objetivo que debe involucrar a trabajadores y empresas. Algunas de las claves para la prevención son:

Fomentar un ambiente de trabajo positivo

Crear un entorno que promueva la colaboración y el apoyo mutuo. Dando a cada persona el reconocimiento que merece por su esfuerzo. 

Algo tan sencillo como una felicitación u otras formas de poner en valor el trabajo realizado, pueden hacer mucho bien a la hora de reducir el nivel de estrés.

Organizar y priorizar tareas

La acumulación de tareas es una de las principales fuentes de ansiedad en el trabajo. Para evitarlo, la empresa debe abordar un mejor reparto de las responsabilidades. Por su parte, los empleados tienen que ser capaces de planificar sus tareas, estableciendo prioridades entre ellas.

Planificar el trabajo permite abordar cada responsabilidad en su debido momento. Algo que ayuda a gestionar el tiempo de trabajo de manera más efectiva.

Establecer límites

Cuando una persona tiene la sensación de que está dedicando todo su tiempo al trabajo, aparecen problemas como la ansiedad, el estrés y la fatiga crónica.

Lo mejor para evitar esta situación es definir bien los límites entre la vida personal y la laboral. Esto implica establecer horarios de trabajo regulares en los que las horas extra sean algo excepcional, y aplicar la desconexión digital, entre otras medidas.

Promover la conciliación

Más allá de los límites, hay que adoptar medidas proactivas para favorecer la conciliación. Aquí las opciones son casi infinitas: establecer horarios flexibles, implantar un modelo de trabajo híbrido, recompensar a los empleados con días libres, etc.

Comunicarse de manera efectiva

Con frecuencia, una mala comunicación es el origen de muchos problemas que derivan en ansiedad en el trabajo. Como empleados, debemos ser capaces de comunicarnos de forma efectiva con nuestros compañeros y supervisores.

Esto ayuda a evitar malentendidos, y también a obtener ayuda cuando esta sea necesaria.

Practicar el autocuidado

Cuidar la salud mental es responsabilidad de cada persona. En este caso, es vital practicar el autocuidado, con medidas como hacer algo de ejercicio de forma regular, llevar una dieta sana, y dedicar tiempo a actividades lúdicas.

Además, si notamos que el trabajo se ha vuelto abrumador o interfiere con nuestra vida personal, es momento de buscar ayuda especializada.

La ansiedad en el trabajo es habitual, pero no hay que resignarse a ella, porque ya hemos visto que entre todos la podemos prevenir. ¿Quieres mejorar la salud en tu empresa? Confía en nosotros como partner en prevención de riesgos laborales.  

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