#Hospitality

Trabajo temporal para hostelería y restauración

Los trabajos temporales en hostelería continúan siendo algo habitual, al ser este un sector con un marcado carácter estacional. En la mayoría de los casos, bares, restaurantes y cafeterías necesitan reforzar su plantilla cuando llega la temporada alta, que suele coincidir con fechas como la Navidad, las vacaciones de Semana Santa y el verano.

Aunque hay muchas ofertas de trabajo en este sector del que estamos hablando, cubrirlas no siempre resulta sencillo. La mayoría de los propietarios de estos negocios tienen dificultades para encontrar buenos profesionales que tengan formación y experiencia en el campo de la hostelería. En este sentido, contar con un poco de ayuda especializada nunca viene mal.

La importancia de conocer el perfil profesional deseado

Uno de los principales problemas que aparecen a la hora de cubrir trabajos temporales en hostelería es que muchas empresas no saben realmente qué es lo que están buscando.

Normalmente, distinguimos entre el personal de cocina y el personal de sala, pero lo cierto es que dentro de cada área de trabajo también hay diferentes roles. Saber cuál es exactamente el puesto a cubrir, hará que la búsqueda del empleado ideal resulte un poco más sencilla.

Así, hay que diferenciar correctamente entre roles como el camarero, maître, jefe de sala, cocinero, jefe de cocina y ayudante de cocina. A cada uno de estos profesionales les vamos a exigir una determinada formación o experiencia, por lo que conviene tener bien claras las funciones que se desea que desarrolle el nuevo empleado.

Trabajos temporales en hostelería, ¿qué contratos se pueden hacer ahora?

La última reforma laboral llevada a cabo en nuestro ordenamiento jurídico ha limitado mucho los tipos de contratos de carácter temporal que se pueden celebrar, y las circunstancias en las que esto es posible.

La contratación temporal continúa siendo posible, pero es más importante que nunca ajustarse a los requisitos del contrato a celebrar para evitar posibles sanciones por parte de la Inspección de Trabajo

En los trabajos temporales en hostelería ya no es posible recurrir al clásico modelo de obra y servicio que tan popular era hasta hace unos años. Para llevar a cabo una contratación temporal, ahora solo se puede escoger entre dos modalidades:

  • Contrato temporal por circunstancias de la producción.
  • Contrato temporal de sustitución (interinidad).

Contrato temporal por circunstancias de la producción en el sector de la hostelería

Su uso está ahora más limitado que nunca, porque esta modalidad contractual se limita a aquellos casos en los que haya un incremento ocasional e imprevisible del trabajo. Si buscamos empleados para cubrir la campaña de verano en un restaurante, está claro que el incremento en el número de comensales no es nada imprevisible.

No obstante, la normativa nos dice que este tipo de contrato eventual se puede celebrar en circunstancias que sean previsibles, pero que tengan una duración reducida y delimitada. Tratándose de trabajos temporales en la hostelería, se podría celebrar este contrato para atender el incremento de la demanda durante la campaña de Navidad.

A priori, también se podría utilizar para cubrir una campaña un poco más larga, como la de verano, pero la legislación lo ha prohibido. Y lo ha hecho al impedir que este contrato se pueda extender durante más de 90 días al año, e impidiendo que ese tiempo transcurra de manera continuada para el mismo trabajador.

Contrato fijo-discontinuo

En un sector con tanta estacionalidad como lo es la hostelería, la modalidad contractual más adecuada desde el punto de vista legal y práctico es el contrato fijo-discontinuo

Con este contrato la empresa se asegura de tener a sus empleados más talentosos disponibles de forma discontinua a lo largo de todo el año. 

De hecho, la hostelería es uno de los sectores más representativos cuando se trata del uso de esta modalidad contractual. Porque las empresas de este sector no necesitan a algunos de sus empleados de forma continuada durante todo el año, pero sí durante períodos de tiempo recurrentes e intermitentes a lo largo del año.

Con este contrato, mientras el empleado no está en activo, tiene derecho a percibir la correspondiente prestación por desempleo, o incluso puede trabajar en otro sitio durante los meses en los que sabe que la otra empresa no le va a necesitar. El empleador, por su parte, tiene la seguridad de saber que cuenta con empleados talentosos cuando los necesite, y no tiene que asumir costes como el de las cotizaciones en aquellos períodos en los que estos no están trabajando para él. Se trata de una modalidad contractual de carácter temporal, pero que aporta algo más de estabilidad.

Los trabajos temporales en hostelería van a continuar existiendo, pero tienden a estabilizarse a través del contrato fijo-discontinuo. Y por eso es tan importante encontrar empleados bien capacitados. Si necesitas un poco de ayuda para conformar tu plantilla, puedes contar con nuestros profesionales del reclutamiento.

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