En la actualidad, reconocer el desempeño de los empleados y el valor que estos tienen para la organización se ha convertido en algo esencial. El reconocimiento laboral consigue crear un ambiente de trabajo positivo, mejora la motivación de los empleados y hace que estos sean más productivos.
Para las empresas, es fundamental entender que poner en valor a los trabajadores no solo es bueno para estos, sino también para sí mismas. Porque son ellas las que se va a beneficiar en términos económicos de que su plantilla sea más productiva.
¿En qué consiste el reconocimiento laboral?
Como tal debemos entender el acto de valorar y apreciar el trabajo que han realizado los empleados de la organización.
La identificación y recompensa de los logros y contribuciones, tanto individuales como colectivos, tiene un impacto positivo en el desempeño de los trabajadores y en los resultados de la empresa.
De hecho, el reconocimiento laboral impulsa a seguir trabajando y mejorando incluso a aquellos que no han obtenido directamente una recompensa por su esfuerzo. Porque saben que existe la posibilidad de lograrlo en el futuro.
Por lo que se refiere a las formas de llevar a cabo este reconocimiento, hay diferentes maneras. Puede ser una felicitación en público o en privado, pero también puede tener un carácter más material: como una bonificación económica o un premio. La máxima expresión del reconocimiento al esfuerzo que hace un trabajador es promocionarle dentro de la empresa, darle un puesto en el que tenga más responsabilidades.
Formas de impulsar el reconocimiento laboral en la empresa
Implantar una cultura del reconocimiento
Consiste en convertir la valoración del esfuerzo realizado en una parte integrante de la cultura empresarial.
Trabajar en esta cultura requiere medidas como:
- Transmitir a los empleados lo importante que es el reconocimiento laboral.
- Crear programas formales de felicitación y valoración.
- Llevar a cabo acciones concretas.
- Capacitar a los líderes y gerentes para que sean conscientes de lo importante que es poner en valor el esfuerzo que realizan sus subordinados.
- Fomentar la participación de los empleados en este sistema. Por ejemplo, promoviendo un programa de nominaciones para quienes tienen un desempeño por encima de la media.
Reconocer los logros de manera frecuente y oportuna
El reconocimiento laboral no debe ser la excepción, sino algo habitual dentro de la empresa. No es necesario esperar a un evento especial, si alguien lo ha hecho bien, se le felicita en ese mismo momento.
Tampoco es necesario esperar a que se produzca un logro excepcional. Con frecuencia, los empleados se sienten más motivados si se celebran sus esfuerzos cotidianos. Una felicitación verbal o un correo electrónico son más que suficientes para dar una retroalimentación positiva y que los empleados y la empresa se beneficien de sus efectos positivos.
Hacer un reconocimiento público
Siempre es bueno hacer un reconocimiento individualizado y privado a quienes han demostrado un buen desempeño. Pero es conveniente que esto vaya acompañado de un reconocimiento público.
Porque este reconocimiento laboral de carácter público impacta positivamente en la motivación y el compromiso de toda la plantilla. Contribuye a generar sentido de pertenencia y cohesiona más a los equipos de trabajo.
Cuando la empresa y sus líderes valoran el esfuerzo de una persona o de un grupo, a la vez están fomentando el reconocimiento entre compañeros. Esto ayuda a tener un ambiente de trabajo mucho más colaborativo y positivo. En lugar de rencillas y envidias, surge la lealtad entre compañeros de trabajo, y todos se valoran mucho más.
Dar recompensas tangibles como signo de reconocimiento laboral
Con frecuencia, una felicitación de palabra es suficiente para motivar al personal. Pero si la puesta en valor de los logros alcanzados forma parte de la cultura de la empresa, se puede ir un paso más allá.
Son ya muchas las empresas que tienen un programa de recompensas. A veces consisten en un bonus económico, pero también son premios como un viaje o el pago de una formación específica para ese trabajador que tan bien lo ha hecho.
Lo importante es que las recompensas estén alineadas con la cultura, los valores y los objetivos de la organización. Además, tienen que ser percibidas como valiosas por los empleados. Lo suficiente como para que merezca la pena esforzarse un poco más para conseguirlas.
El reconocimiento laboral consigue que los empleados se sientan más satisfechos con su trabajo y con su empresa. Fenómeno que aumenta su motivación y su productividad. Por su parte, las empresas obtienen trabajadores más fieles y capaces de producir más, lo que se traduce en mayores beneficios. Por tanto, este es un tema que no debe pasarse por alto.
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