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Un contrato temporal es un acuerdo laboral entre un empleador y un trabajador que tiene una duración específica, generalmente por un periodo de tiempo determinado. Este tipo de contrato suele tener ciertas características clave que lo distinguen de los contratos permanentes. A continuación analizamos las principales características de este tipo de contrato.
Tipos de contratos temporales
Los contratos temporales están diseñados para cubrir necesidades específicas de empleo que no son permanentes. Por eso son de duración limitada.
Es importante destacar que desde la Reforma Laboral de 2022, solo se pueden concertar dos tipos de contratos temporales. El primero es el contrato temporal por circunstancias de la producción. El otro es el contrato de formación.
Además, es importante destacar que, tras la reforma, los contratos temporales se denominan contratos de duración determinada.
Contrato temporal por circunstancias de producción
El contrato temporal por circunstancias de la producción se divide en dos categorías según la naturaleza de las circunstancias: imprevisibles y previsibles.
Estos contratos se utilizan para atender exigencias circunstanciales del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos, con una duración máxima de seis meses dentro de un periodo de doce meses.
Contrato de formación
Por su parte, los contratos de formación se subdividen en dos categorías:
- Contratos de formación en alternancia: combinan trabajo y formación.
- Contratos para la obtención de práctica profesional: se firman en los tres años posteriores a la obtención del título.
Cabe destacar que este tipo de contratos están orientados a la inserción laboral y formativa de los trabajadores jóvenes. Así favorecen la adquisición de experiencia y cualificación profesional.
Duración de los contratos temporales
La duración de los contratos temporales depende del tipo de contrato del que se trate, tal y como recoge la última Reforma Laboral. Para empezar, los contratos por circunstancias de la producción están limitados a 6 meses, aunque pueden ampliarse hasta 12 meses mediante convenio colectivo.
Para situaciones específicas de corta duración, los contratos pueden ser de hasta 90 días en un año, sin continuidad. Por otra parte, los contratos de sustitución se ajustan a la duración de la ausencia del trabajador reemplazado, con un máximo de 3 meses en caso de cobertura temporal durante procesos de selección.
La reforma también aborda la concatenación de contratos temporales. En este punto, estable que trabajar en la misma empresa por más de 18 meses en 24 meses mediante contratos temporales, convierte al trabajador en fijo. Además, se subraya la importancia de justificar claramente la causa temporal del contrato. De lo contrario, podría considerarse un contrato indefinido.
Derechos y obligaciones del empleado temporal
Aunque un contrato temporal tiene una duración limitada, los empleados tienen los mismos derechos y protecciones que los empleados con contratos indefinidos. Pero también tienen deberes que deben cumplir.
En el marco de los contratos temporales, las regulaciones establecen un equilibrio entre derechos y obligaciones para garantizar la justicia y la equidad en el ámbito laboral. Vamos a desglosar estos aspectos de una manera más detallada, enfocándonos en cómo afectan a los trabajadores temporales.
Para empezar, tienen derecho a un contrato que detalle con claridad la duración y las condiciones de su empleo. Además, deben recibir una remuneración justa, acorde con el trabajo realizado y conforme al salario mínimo o al convenio colectivo aplicable. También les corresponde disfrutar de periodos de descanso, vacaciones y días festivos, siguiendo lo estipulado por la normativa laboral y el contrato.
En cuanto a las obligaciones, los trabajadores temporales deben cumplir con las tareas y responsabilidades asignadas según su contrato de trabajo. Asimismo, se espera que sigan las normas y políticas internas de la empresa para la cual trabajan.
Cabe destacar que, durante el periodo de prueba, se pueden establecer condiciones especiales. Por ejemplo, podría establecerse la no obligación de indemnización por terminación del contrato en ciertos casos legales.
Es importante destacar que la retribución no puede ser inferior al porcentaje establecido del salario de las categorías equivalentes en los convenios colectivos, ni al salario mínimo interprofesional.
Contrato temporal: equilibrio entre flexibilidad y estabilidad
Los nuevos contratos temporales son un hito fundamental en la búsqueda de un mercado laboral más justo y equilibrado. De hecho, su objetivo principal es combinar la flexibilidad que demandan los empleadores con la estabilidad y protección que los trabajadores necesitan.
Este equilibrio es esencial no solo para el bienestar individual de los trabajadores, sino también para la salud económica de las empresas. De ahí la importancia de hacer buen uso de estos contratos y respetar sus requisitos.
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