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El mercado laboral se vuelve cada vez más competitivo y para las empresas no es fácil encontrar y retener el talento que les hace falta para destacar. Por suerte, muchas de ellas ya se han dado cuenta de que contratar talento sénior puede ayudar a marcar la diferencia.
Contrariamente a lo que se suele pensar, los empleados que ya han superado la barrera de los 50 años de edad tienen mucho que aportar. Su ilusión por afrontar un nuevo reto profesional es tan grande o más que en los más jóvenes y, además, traen consigo mucha experiencia y un conjunto de habilidades blandas que es complicado encontrar en los empleados que todavía están entre la veintena y la cuarentena.
¿Qué es el talento sénior?
A los 40 años una persona alcanza el que será, más o menos, el ecuador de su vida laboral, y se convierte en un talento sénior a medida que avanza hacia la cincuentena. Con talento sénior nos estamos refiriendo al conjunto de personas mayores de 45 años que están activas en el mercado laboral.
Trabajadores que ya tienen una dilatada experiencia y saben cumplir perfectamente sus tareas. Pero que, a la vez, están dispuestos a seguir aprendiendo y formándose para poder dar lo mejor de sí mismos. Y a ello hay que sumarle que su madurez personal también se nota en su forma de trabajar:
- Son puntuales.
- Saben trabajar en equipo.
- Se toman su trabajo con responsabilidad.
- Se preocupan por los demás.
- Están dispuestos a tender la mano a los más jóvenes para convertirse en sus mentores y a seguir aprendiendo de los más mayores.
Razones para contratar talento sénior:
Las cosas empiezan a cambiar por fin en el mercado laboral, y las empresas son más conscientes ahora de que el talento de las personas de más de 45 años es de vital importancia para su negocio. Para aquellas que todavía no se han decidido a dar el paso, aquí van cinco razones para incorporar el talento sénior a la plantilla.
Cuentan con suficiente experiencia
Una persona que ha sobrepasado el ecuador de su vida laboral lo ha visto prácticamente todo. Es posible que haya pasado por varias empresas en diferentes situaciones, y haya tenido que hacer frente a conflictos internos en la plantilla, crisis económicas, reajustes en la forma de trabajar, etc.
Todo esto le confiere un bagaje que difícilmente va a tener una persona más joven. Y toda esta experiencia tiene un valor añadido cuando nos damos cuenta de que sirve para anticiparse a los problemas y poder buscar una solución antes de que la crisis se convierta en una realidad.
Pueden actuar como mentores
Al contratar talento sénior, las empresas están incorporando a sus equipos de trabajo a personas que ponen su experiencia y sus conocimientos al servicio de los demás. El sénior ya no ve el mercado laboral como una competición, y es consciente de que quienes están a su lado son sus compañeros y no sus rivales. En consecuencia, no duda en ayudar.
Toda esa experiencia que el trabajador sénior trae consigo por lo que ha vivido en su carrera profesional, se la puede transmitir de forma directa a los más jóvenes. Esto contribuye a enriquecer el equipo de trabajo.
Ofrecen mayor confiabilidad
Estamos ante personas que han desarrollado una ética de trabajo muy sólida, y para las que es un auténtico orgullo poder cumplir con las responsabilidades que se les han confiado. Sin duda, los empleados sénior son una muy buena opción cuando se piensa en delegar tareas, porque darán lo mejor de sí mismos para cumplir con el encargo que se les ha realizado.
Además, este perfil laboral ha hecho de la motivación una de sus banderas. Percibe el trabajo como algo positivo y orienta su esfuerzo a la consecución de los resultados. Esta actitud positiva puede contribuir a mejorar el ambiente de trabajo y, con él, los resultados obtenidos.
Contratar talento sénior es contratar lealtad
La falta de compromiso de los empleados es un problema para las empresas, que se sienten incapaces de retener el talento. En el caso de las personas que ya tienen más de 45 años, el sentimiento de arraigo es mayor, así como su compromiso. Esto implica que no están dispuestas a dejar su trabajo a la primera de cambio.
Si se sienten cómodos en la empresa para la que trabajan, no tendrán problema en permanecer en ella todo el tiempo que esta requiera de sus servicios.
Tienen mucha flexibilidad
Se suele pensar que un trabajador sénior es menos flexible ante los cambios que uno más joven, pero no es así. Es precisamente esa experiencia a la que nos referíamos antes, la que consigue que la adaptación a los cambios sea realmente efectiva. Además, actuando como mentor, el trabajador de más edad puede ayudar a los jóvenes a desarrollar su habilidad de adaptación al cambio.
Contratar talento sénior es todo un acierto, tanto por estos cinco motivos que hemos visto, como por otros muchos más que las empresas están empezando a descubrir. Si tú también quieres que tu plantilla mejore a base de talento diverso, puedes contar con nosotros.
