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Las actitudes laborales más valoradas en un candidato/a

A la hora de buscar empleo, importa mucho la experiencia y la formación. Sin embargo, cada vez es más habitual que las empresas empiecen a prestar atención a los factores como las actitudes laborales y las habilidades que ostentan los candidatos. 

Se trata de características que tienen las personas de manera intrínseca y que mejoran su rendimiento. Porque les permiten hacer frente de manera más eficaz a los retos que supone su trabajo. Las que vamos a exponer a continuación son las más demandadas en la actualidad en el mercado laboral.

Capacidad para trabajar en equipo

Incluso los profesionales que desarrollan su trabajo de manera independiente, tienen que colaborar en algún momento con otras personas. Precisamente por ello, la capacidad para trabajar con otros es una de las actitudes laborales con mayor protagonismo en el momento actual.

Resulta importante porque mejora las relaciones personales y profesionales dentro de un grupo de trabajo. Cuanto más cordiales sean los miembros y mejor se relacionen con los demás, más calidad tendrá el trabajo. Porque se crea un ambiente de colaboración y escucha activa en el que todo el mundo es igual de valioso.

Además, cuantos más puntos de vista se aporten, más fácil será encontrar una solución para los problemas. En la diversidad es donde encontramos la eficiencia. De ahí que los grupos de trabajo sean cada vez más heterogéneos. Lo que incrementa la necesidad de que los empleados tengan una buena capacidad de trabajo en equipo.

Adaptabilidad, esencial entre las actitudes laborales

La adaptabilidad es ya todo un clásico en las ofertas de empleo. No importa si el aspirante está en busca de su primer empleo o si acumula años de experiencia, su capacidad de adaptación se va a valorar sobre su capacidad técnica.

Un perfil más rígido suele mostrar más resistencia frente a los cambios. Mientras que una persona más adaptable y flexible se amolda a todo tipo de situaciones. Precisamente porque estamos en un momento en el que las formas de trabajar están cambiando rápidamente, las empresas necesitan personal capaz de adaptarse rápidamente y de manera eficaz a esos cambios. Y es que en caso contrario perderán dinero y oportunidades.

Gestión del tiempo

Otra de las actitudes laborales por las que más se están interesando las empresas es por la capacidad que tienen los aspirantes a los puestos de trabajo ofertados de gestionar su tiempo. Porque una buena gestión es sinónimo de una mayor productividad.

Además, cuando una persona es capaz de organizar de manera efectiva todas las tareas que tiene pendientes, sufre menos estrés. Algo que, a su vez, se materializa en menos absentismo y una tasa de rotación más baja. Especialmente en aquellos sectores o puestos en los que se trabaja bajo presión de manera constante.

Polivalencia

Un profesional polivalente va más allá que uno que sea adaptable. Porque se trata de una persona que puede desempeñar diferentes tareas. Es decir, que si es necesario, puede prestar su colaboración a compañeros que ocupan un puesto de trabajo diferente al suyo.

Pero cuidado, porque esto no quiere decir que haya que sobrecargar de tareas a una misma persona. Recurrir a la polivalencia de un empleado debe ser algo excepcional, no la tónica habitual en la empresa. 

Proactividad, la “reina” de las actitudes laborales

Es casi imposible encontrar una oferta de trabajo en la que no se haga referencia a la proactividad de los candidatos. Porque las empresas buscan ahora personas dispuestas a pasar a la acción y a ofrecer soluciones antes de que nadie se las pida. No obstante, a pesar de que es una actitud laboral muy demandada, resulta ser una de las más complicadas de medir. 

Esta es una actitud profesional que supone que el empleado no se queda parado ante una situación compleja, sino que intenta buscar alternativas de solución o de mejora. 

Capacidad de resolución de problemas

No debemos confundirla con la proactividad. Mientras que esta hace referencia al hecho de mantener una actitud colaborativa en líneas generales, la capacidad de resolver problemas es otra cosa.

Se trata de la habilidad para resolver problemas concretos de una manera rápida y efectiva. Consiguiendo así que el ritmo de trabajo no se vea afectado.

Las personas proactivas suelen tener la capacidad de resolver problemas. Sin embargo, no todos los aspirantes con una buena capacidad de resolver problemas resultan ser trabajadores proactivos.

Lo bueno es que en ambos casos estamos ante perfiles bastante autónomos, que pueden desarrollar su trabajo sin necesidad de contar con mucha supervisión.

Lealtad

Para las empresas es cada vez más complicado encontrar talento en el mercado. De ahí que necesiten la lealtad de sus empleados. Que estos valoren su puesto y no tomen a la ligera la decisión de marcharse a trabajar a otro sitio. A pesar de que se busque un perfil de candidato fiel, conseguir esa lealtad es responsabilidad de la empresa.

Estas actitudes laborales hacen que unos aspirantes destaquen frente a otros. Son una ventaja competitiva a la hora de lograr un puesto de trabajo. ¿Buscas los mejores candidatos para tu empresa? Déjanos ayudarte a encontrarlos.

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