No importa qué tipo de trabajo ejerza una persona, los factores de riesgo laboral siempre van a estar presentes en su día a día. Desde las condiciones físicas en las que hay que realizar una tarea hasta los factores psicosociales relacionados con el trabajo, todos ellos suponen en cierta medida una amenaza para la salud física y emocional de los empleados.
Para desarrollar una correcta política de protección de riesgos laborales, el primer paso es conocer cuáles son los factores de riesgo a los que hay que enfrentarse.
¿Qué son los factores de riesgo laboral?
Se definen como el conjunto de condiciones, situaciones o elementos que están presentes en el entorno laboral y que tienen potencial para causar daños físicos, enfermedades o afectar al bienestar general de los trabajadores.
Cada puesto de trabajo está sometido a unos u otros factores de riesgo, lo que hace especialmente importante su identificación. Porque solo así será posible desarrollar un sistema de prevención de riesgos laborales que sea realmente efectivo.
Los 5 factores de riesgo laboral
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo ha calificado los factores de riesgo laboral en cinco grandes grupos.
Condiciones de seguridad
Agrupa a todos aquellos elementos presentes en el entorno laboral que pueden causar accidentes o lesiones. Gestionarlos de forma correcta resulta esencial para garantizar un entorno de trabajo seguro.
Esto requiere, entre otras cosas:
- Instalaciones y maquinaria seguras. Que hayan sido diseñadas para minimizar el riesgo de accidentes y, además, se mantengan en óptimo estado de funcionamiento. Siendo necesario que cuenten con dispositivos de seguridad activa.
- Protección personal. Los trabajadores deben contar con equipos de protección individual (EPI) acordes a la naturaleza del trabajo a realizar.
- Señalización. Los lugares de trabajo deben contar con la señalización adecuada para advertir a los trabajadores de la presencia de riesgos para ellos.
- Sistemas de emergencia. Todas las empresas han de contar con procedimientos de evacuación de emergencias, equipos de primeros auxilios y extintores.
Entorno físico
El entorno en el que se lleva a cabo el trabajo puede tener una gran influencia sobre la salud y el bienestar de los empleados. Algunos de los aspectos clave del entorno físico como factor de riesgo laboral son:
- Condiciones de iluminación. Si la iluminación no es buena, pueden aparecer problemas de fatiga visual e incrementarse el riesgo de sufrir accidentes.
- Temperatura y humedad. Un ambiente demasiado caluroso o demasiado frío afecta a la comodidad y rendimiento de los empleados, incluso puede causar problemas de salud como la hipotermia. Por su parte, una falta o un exceso de humedad pueden influir en el sistema cardiorrespiratorio y causar enfermedades como la bronquitis.
- Ventilación y calidad del aire. Si el espacio de trabajo no está bien ventilado, se acumulan sustancias contaminantes en el aire que pueden causar problemas respiratorios puntuales y hasta crónicos en los casos más graves.
- Ruido. La exposición constante a altos niveles de ruido no solo causa pérdida de audición, sino que también puede ser causa de aumento del estrés.
Contaminantes químicos o biológicos
Estos factores de riesgo laboral deben ser vigilados de forma muy estrecha, porque tienen potencial para causar graves daños sobre la salud de las personas trabajadoras.
Dentro del grupo de los contaminantes químicos podemos destacar las sustancias tóxicas, los gases y los vapores, el polvo y las partículas en suspensión, y los agentes cancerígenos.
En el caso de los contaminantes biológicos hay que tener presentes los agentes patógenos, los alérgenos biológicos y las toxinas biológicas.
Carga de trabajo
La carga de trabajo es el conjunto de requerimientos físicos e intelectuales que un empleado tiene que desarrollar durante su jornada laboral. Algo que puede tener un impacto significativo en la salud a nivel físico y mental.
Si la carga de trabajo es excesiva o está mal distribuida, pueden aparecer problemas como los siguientes:
- Fatiga física. Cansancio excesivo y fatiga muscular que pueden llevar a la aparición de dolores musculoesqueléticos o lesiones crónicas.
- Fatiga mental. Afecta a la concentración, la memoria y la capacidad para tomar decisiones.
- Estrés. La presión constante para cumplir plazos muy ajustados o resolver problemas complejos acaba derivando en estrés si no se gestiona correctamente.
- Falta de motivación. Si el trabajo consiste en tareas monótonas y repetitivas, y no ofrece ningún estímulo, aparecen la falta de motivación y el sentimiento de hastío.
Organización del trabajo
La forma en la que se estructuran tanto la empresa como la actividad dentro de la misma suponen una amenaza para la salud de los trabajadores. Los riesgos más habituales relacionados con este factor son:
- Horarios irregulares y prolongados. Contribuyen a la fatiga y dificultan la conciliación.
- Presión por cumplir plazos y alcanzar una determinada productividad. Genera estrés y ansiedad.
- Falta de participación en la toma de decisiones. Deriva en insatisfacción laboral.
- Ausencia de recursos o herramientas adecuadas para trabajar. Aumenta la carga laboral y reduce la eficiencia de los trabajadores.
Los factores de riesgo laboral siempre van a estar presentes, pero con un buen partner en materia de riesgos laborales puedes conseguir un entorno de trabajo seguro para tus empleados. ¿Nos dejas ayudarte a conseguirlo?